Evangélicos condenan el uso de la tortura por parte del ejército estadounidense
Sábado 24 de Marzo del 2007
Sociedad Estados Unidos
WASHINGTON, Estados Unidos (Europa Press / Prensa Latina) La Asociación Nacional Evangélica de Estados Unidos, que representa a unas 45 mil iglesias, manifestó a través de un comunicado su repulsa al uso de la tortura utilizada por el ejército estadounidense y criticó que la actual legislación contempla vacíos legales que permitirán su futuro uso.
Según la Asociación, Estados Unidos ha cruzado los límites de los que es legalmente y moralmente permisible en el tratamiento de los detenidos y de los prisioneros de guerra en la lucha contra el terrorismo.
El documento fue redactado inicialmente bajo el título 'Una declaración Evangélica contra la Tortura: protegiendo los Derechos Humanos en una época de terror' por un grupo de escolares, escritores y activistas y rubricado posteriormente por la Asociación Nacional Evangélica, quien recuerda su compromiso conservador pero no mediante cualquier medio ni a cualquier precio, recordando que el fin no justifica los medios.
"Trágicamente, casos documentados de torturas y tratamiento inhumano y cruel han ocurrido en los sitios de la llamada guerra contra el terrorismo, y la actual legislación abre las puertas para que continúen", afirma la organización en el comunicado."Como cristianos estadounidenses, deseamos que las acciones de nuestro país sean consistentes con las normas morales cristianas fundamentales", precisa la declaración.
Los evangélicos consideran que la respuesta de Estados Unidos a los abominables atentados del 11 de septiembre de 2001 debió ser consecuente con las normas morales y legales respetadas por los creyentes.
"Rechazamos cualquier método de tortura y trato cruel, inhumano y degradante a los prisioneros, exigimos garantizar las protecciones procesales de los detenidos, apegados a las Convenciones de Ginebra", afirma la organización.
En octubre del pasado año, el presidente Bush promulgó una legislación que autoriza el uso de la tortura y anula el derecho de hábeas corpus a todo prisionero etiquetado de "combatiente enemigo".
La llamada Ley de Comisiones Militares de 2006 da luz verde a un programa de interrogatorios de detenidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y otras dependencias gubernamentales, y permite el empleo de controversiales técnicas de indagación.